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TÉCNICA

Reflexiones sobre la obra de marquetería de Alfredo Díaz Lloréns.

 

Por Juan Luis Díaz Nieto.

 

Parte de la obra plástica de Alfredo Díaz Lloréns, se basa en una técnica que se conoce desde el año 3500 a.c. en Egipto como "marquetería" palabra afrancesada que en español tiene el nombre de taracea, llamada también certosina o cartujana por ser practicada durante los siglos XIV y XV, donde alcanzó su mayor auge en Italia, por la orden de San Bruno o de los cartujos, orden que practica el trabajo manual, la austeridad y la humildad.

 

La marquetería, certosina o cartujana, consiste en el recorte de piezas de madera llamadas taraceas de diferentes colores, predominando en sus orígenes el uso de maderas como el álamo, el boj, encina, arce y posteriormente el ébano, palo de rosa, el cedro, la caoba y diferentes maderas de árboles frutales y tropicales, piezas recortadas en forma de rompecabezas y pegadas a una base de madera, tradicionalmente de nogal; esta técnica tuvo un auge extraordinario en la cultura islámica, donde el geometrismo prevalece como elemento plástico y donde se utiliza como representación mística. 

 

Su aplicación estuvo relacionada históricamente a objetos utilitarios como un acto de humildad, cofres, muebles, puertas, sillas, etc., se expandió por Europa principalmente en Italia, Alemania, Holanda, Francia, Austria, Inglaterra y en España, principalmente en Cataluña y Madrid, donde tuvo influencias tanto islámicas producto de la invasión árabe, como de las provenientes del resto de Europa.

 

Esta técnica ha sido realizada por artistas donde su característica principal es el desarrollo de una disciplina obsesiva vinculada al misticismo, ello por sus características de concentración y cuidado en el desarrollo de la técnica, por eso es comprensible que los cartujos se dedicaran a ella, ya que practican los votos de humildad, austeridad y silencio. También su aplicación en el arte carcelario, ya que algunos presos a través de su realización, logran aislarse del medio en el que se encuentran, a través de la concentración y el trabajo, que generalmente se vincula a imágenes religiosas y que tienen además, la posibilidad de brindarles recursos económicos por una parte y por la otra, tener la certeza de estar trascendiendo su cautiverio a través de un estado vinculado al misticismo, disciplina que les sirve como apoyo ocupacional y psicológico, esta técnica en estas circunstancias y en esta época ha tenido modificaciones, ya que la imposibilidad de utilizar diferentes tipos de maderas, más la actual industrialización de la madera contrachapeada han permitido su fácil acceso a las prisiones, coloreando las taraceas o piezas que la componen a base de anilinas.

Las aportaciones que a esta técnica ha dado la obra de Alfredo, es el boleo de piezas que componen la obra, dándole a esta un textura diferente, agregándole sutilmente relieve a la superficie, así como en la temática y la composición, ha logrado la convergencia de la representación figurativa con el arte geométrico, uno proveniente de la representación figurativa en armonía con la tradición geométrica islámica, siendo su obra el resultado de una disciplina creativa que le dio la posibilidad de reencontrarse a sí mismo, a través del trabajo manual basado en la concentración, que como diría Louis Pauwels en su dedicatoria en el Retorno de los Brujos atribuida a su padre, "el cielo no se alcanza con alas, se llega a él con las manos", haciendo una clara referencia al trabajo manual como forma de redención.

 

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